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Modelo Educativo de la Escuela Politécnica Cubana (página 2)



Partes: 1, 2

DESARROLLO:

1.1 La actividad
científico-investigativa en el sector educacional. El
concepto de
Investigación educativa y de "maestro
investigador".

La actividad de investigar en el campo pedagógico
ha perdido su carácter elitista ya que el encargo social
de la escuela
así lo requiere. Es necesario formar al hombre de
estos tiempos, de manera que sea independiente y creador, y para
ello la práctica pedagógica tiene que tener base
científica. Las transformaciones en la Escuela
Politécnica Holguinera parten de la necesidad de promover
el espíritu investigativo tanto en los docentes como
en los estudiantes e instructores de las empresas y
así solucionar los problemas que
se manifiestan con el apoyo de la ciencia.

El conocimiento
cada vez más profundo de los problemas naturales y
sociales por los científicos y los múltiples
hallazgos derivados de estos estudios, hacen del siglo XX el
período de mayor "aceleración" científica
que ha conocido hasta ahora la historia de la
humanidad.

Sin embargo, no obstante este extraordinario desarrollo
científico y técnico, el hombre no
se conforma con ello y continúa su incesante
búsqueda en ara de encontrar las explicaciones de los
diferentes hechos y fenómenos que le rodean, haciendo uso
de los propios progresos científicos y tecnológicos
alcanzados en todas las esferas de la vida social.

Este indetenible proceso de
producción científica esta dado en
primer lugar, debido a que el hombre ha aprendido a conocer el
mundo que le rodea, ha descubierto las leyes principales
del proceso gnoseológico y ha elaborado métodos y
formas efectivas para abordar el estudio de los diferentes
problemas que la teoría
y la práctica del desarrollo les imponen, creando una
lógica
y una metodología científico-investigativa
cada vez más coherente con las peculiaridades de los
problemas abordados.

El proceso cada vez más complicado del
conocimiento hace que la búsqueda de formas y medios
más efectivos para dominar las leyes del desarrollo de la
realidad en la naturaleza, la
sociedad y el
pensamiento,
constituye una necesidad de primer orden que asegure el continuo
desarrollo de la sociedad y la supervivencia de la
humanidad.

Sin embargo, el surgimiento cada vez mayor de nuevas
disciplinas científicas, las intensas y contradictorias
diferenciaciones en los procesos de
integración de las ciencias y la
producción y generalización de múltiples
teorías
seudocientíficas, han dado lugar al desarrollo de muchos
métodos particulares del conocimiento y a su
utilización indiscriminada en otras ramas del saber,
adquiriendo significación científica general y
haciendo que la lógica y la metodología del
quehacer científico se aparte cada vez más de la
lógica interna, no sólo del fenómeno objeto
de estudio, sino, del propio fenómeno de la
producción del conocimiento
científico.

Si a esta problemática del desarrollo de las
ciencias en general se le adiciona los grandes debates en el
campo de las Ciencias
Sociales en lo particular y además, los intereses
discriminatorios de la Pedagogía como Ciencia de la Educación de
algunos teóricos comprometidos con la no existencia de una
Ciencia que se ocupe de la formación multilateral y
armónica del hombre, entonces se puede comprender la
necesidad de reactivar y poner un su justo lugar el papel
relevante que juega el materialismo
histórico y dialéctico para poder
comprender adecuada y consecuentemente el proceso del
conocimiento científico.

En el momento actual la ciencia se
ha vuelto tan voluminosa y multifacética que resulta
imposible abarcar toda su diversidad con leyes universales, con
una metodología y lógica única del
conocimiento científico y que, por tanto, es preciso
ahondar en los problemas lógicos y metodológicos de
las ciencias concretas, concentrar la atención de los científicos en la
elaboración de la denominada metodología concreta.
Existe una unidad dialéctica entre lo singular, lo
particular y lo general como categoría filosófica
que expresa las conexiones y las interrelaciones objetivas de los
fenómenos, así como las etapas de su conocimiento
(Andreiev, I. 1984).

No se quiere decir con esto que halla que desechar los
problemas lógicos y metodológicos de las ciencias
concretas, pues la propia complejidad de los fenómenos
estudiados en correspondencia con la propia realidad, exige la
interrelación de los estudios disciplinarios e
interdisciplinarios, pero para que esto suceda es necesario que
todo el proceso de interrelación esté regido por
una concepción integral, holística, del estudio del
fenómeno en todos sus nexos y conexiones y ello exige
asumir una teoría y una concepción
lógico-metodológica que posibilite el
descubrimiento del conocimiento.

El método
histórico-dialéctico materialista es el fundamento
de la investigación educativa. La
dialéctica materialista, en completa concordancia con los
conocimientos de las ciencias naturales, sociales y la
práctica, enseña que la naturaleza (como la
sociedad), constituyen un todo unitario, en constante movimiento y
desarrollo, que existe sin fuerzas sobrenaturales, sin una idea
absoluta, ni limitado a un solo tipo de juicio o de
razonamiento.

La dialéctica formula las leyes más
generales del desarrollo – la unidad y lucha de contrario, los
cambios de lo cuantitativo a lo cualitativo, la negación
de la negación – las que a través de determinadas
categorías filosóficas como causa y efecto,
necesidad y realidad, esencia y fenómeno, contenido y
forma, verdad absoluta y verdad relativa, se amplían y
llegan a concretarse. Con ayuda de estas categorías se
llega abarcar en su totalidad y profundidad las interrelaciones y
conexiones entre los objetos y fenómenos del mundo
real.

La investigación científica en la
Pedagogía representa una forma especial de la actividad
cognoscitiva, cuyo objetivo
más inmediato lo constituye el logro de un pensamiento,
que es nuevo no solo para la propia investigación, sino
para la Ciencia en su totalidad.

De forma sintetizada se puede decir que la
filosofía histórico-dialéctica
materialista marxista-leninista es la Ciencia que se ocupa de
las leyes más generales que rigen los fenómenos de
la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano, en otras
palabras, representa una concepción del mundo, entendida
como una perspectiva filosófica, un fundamento
teórico y metodológico, un imperativo de "clase" y una
forma de concebir la realidad.

Pero, ¿qué es investigar desde esos
presupuestos?
Existen varias definiciones de diferentes autores que en su
esencia plantean que investigar es desarrollar habilidades con el
objetivo de indagar, pesquisar, descubrir la verdad. Agregar algo
al conocimiento humano es el propósito de una
investigación y surge cuando se percibe un problema, para
que la investigación se pueda considerar
científica, para Pérez, S. (1995) debe constituir
una búsqueda planificada y sistemática de información dentro del campo de las
ciencias y apuntando a resultados de interés
general.

Otra autora (Probenza, E. 1986, p.27) reafirma este
objetivo al considerar que "la investigación
científica como actividad cognoscitiva se dedica a la
continua búsqueda de conocimientos y el entendimiento, se
distingue por su carácter sistemático y dirigido a
un fin determinado [sic]. La finalidad es el descubrimiento de
nuevos hechos y su correcta interpretación ocupándose de dar
solución a todo problema científico que se formule
conscientemente"

En este planteamiento se corrobora que es
propósito en la investigación científica la
búsqueda de nuevos conocimientos, de forma
sistemática y dirigida a un objetivo
determinado.

Para el profesor
investigador Mario Tamayo, "la investigación es un proceso
que, mediante la aplicación del método
científico procura obtener información
relevante y fidedigna, para entender, verificar, corregir o
aplicar el
conocimiento" (Tamayo, M., 1997 p, 45).

Esta definición evidencia que la
investigación es un proceso, lo que significa que hay que
seguir determinados pasos o etapas en las cuales se aplica el
método científico para la obtención del
nuevo conocimiento. Además resalta que la
información debe ser relevante y fidedigna, es decir,
reflejar la realidad y no alterar ésta con
interpretaciones falsas. Para ello se planifica el uso del
método científico tal y como expresa Tamayo
(1997).

Es significativo reconocer que "toda
investigación científica pone de relieve que la
ciencia es una actividad específicamente humana, portadora
de un método" (González, W. 1990, p.15). En la
anterior declaración de González se aborda la
relación entre lo objetivo y lo subjetivo de la
información obtenida a través de la
investigación, la cual para reflejar la realidad, requiere
un enriquecimiento reciproco entre la aplicación del
método científico y la reflexión racional
del investigador.

El análisis de las definiciones de los
diferentes autores citados ha propiciado la determinación
de los rasgos característicos de la investigación
científica. Estos rasgos son:

La investigación científica constituye un
proceso planificado cuya organización está en correspondencia
con la naturaleza del problema que investiga.

El proceso se dirige a la búsqueda de nuevos
conocimientos.

Se aplican sistemáticamente los métodos
científicos en complementariedad.

Se requiere de la actividad consciente del hombre en la
obtención del nuevo conocimiento.

La investigación científica en Educación tiene
relevante importancia para elevar la calidad del
proceso de enseñanzaaprendizaje a
todos sus niveles, la cual adquiere el nombre de
investigación pedagógica, investigación
educativa, investigación educacional, entre otros,
según diferentes autores consultados. A
continuación se citan reflexiones al respecto:

"…la investigación educacional
desempeña un papel esencial en el perfeccionamiento del
sistema
educativo, de sus fines, contenido, métodos,
medios…" (Pérez, O. [et al], 1996, p.7)

"La investigación científica como parte
del proceso de enseñanza-aprendizaje provee al estudiante
de los caminos lógicos del pensamiento
científico…" (Álvarez de Zayas, C. 1995,
p.3)

La investigación educativa es un "proceso
consciente de búsqueda de nuevos conocimientos y soluciones a
los problemas estudiados, mediante la aplicación
sistemática del método científico con el fin
de elevar la calidad de la educación" (Concepción,
R. 1999 p.7)

Para esta investigación se asume la
definición de investigación educativa elaborada por
R. Concepción García (1999), por considerar que
reúne los rasgos característicos de la
investigación científica en educación y
corresponderse por tanto, con nuestros objetivos.

Como bien expresa Gastón Pérez (1996, p.3)
"no es posible hablar hoy de calidad de la educación sin
investigar, puesto que para poder descubrir, explicar y predecir
fenómenos y actividades, sistemas de
relaciones, [sic] es necesario indagar profundamente en las
realidades en que participan los sujetos del proceso
docente-educativo".

Es precisamente, por el nivel de desarrollo alcanzado en
la Educación, que ha sido posible el planteamiento de
propósitos superiores dirigidos a resolver las
insuficiencias existentes y responder a las nuevas exigencias
mediante el movimiento científico-investigativo del
magisterio cubano.

Para A. Ruiz (2005) la lógica de la
investigación científica de un fenómeno
educativo, dentro del campo de la Pedagogía, al igual que
otras Ciencias Sociales, exige un minucioso estudio previo
íntimamente relacionado con:

a) La dialéctica materialista, que determina el
abordaje general en el estudio del fenómeno educativo
sobre la base de sus particularidades específicas y
propiciando las vías estratégicas de la
investigación educativa,

b) La estructura
lógica y las particularidades que caracterizan a la
Pedagogía como Ciencia en su desarrollo histórico y
en la actualidad,

c) La estructura y las peculiaridades del problema
así como de su objeto de investigación.

Otras investigaciones
defienden la necesidad de formar un "maestro investigador" como
un medio de mejora de la práctica educativa y de
desarrollo del rol profesional de los maestros (as)
(García Inza, 1991; López et al. 1997; Chirino
Ramos 1997). La expresión "maestro investigador" se
vincula a Lawrence Stenhouse (1975) relacionada con un enfoque
curricular que hace énfasis en la relevancia de los
contenidos a procesos de investigación (Díaz
Barriga, 1993).

García Inza (1991) concibe al maestro
investigador como "aquel que posee la base del conocimiento
del método científico, lo aplica en su labor
pedagógica cotidiana y logra que el alumno se apropie de
ella al instrumentar el proceso de enseñanza aprendizaje
sobre bases más científicas"
(López
Balboa y Pérez Moya, 1999, citado en la p. 5)

Para Lutgarda López, et al (1997) el maestro
investigador es aquel que sus conocimientos de la práctica
educativa le permiten resolver los problemas de su escuela por la
vía de la investigación.

Esta segunda definición, a diferencia de la
primera hace énfasis en la experiencia del maestro. Ambas
tienen en común la solución de los problemas por la
vía de la investigación. En el maestro
investigador, la correlación de lo empírico y lo
teórico, es fundamental.

García Inza (1999) considera que el maestro
investigador se desarrolla en su propia actividad, cambiando la
función
de instructor a la de investigador mientras que para Chirino
Ramos (1997) el maestro investigador es aquel que sin abandonar
el aula de clase, cuya vivencia es irrepetible, es capaz de
buscar alternativas de solución a los problemas de su
quehacer profesional por la vía de la ciencia.

Para la investigadora mejicana Sonia Reynegra (1998) el
maestro investigador es un mito
relacionado con un nuevo perfil ya que según sus
criterios, al convertir al maestro en investigador sería a
costa de su práctica docente, tomando tiempo o
dedicación de la docencia, sin
tener los recursos y la
preparación adecuada y sin el apoyo necesario para
investigar.

Según V. N. Stoletov (1977) cada maestro y
colectivo de alumnos es un laboratorio
potencial de investigación. La propia atmósfera convierte
al maestro en investigador. El maestro investigador ni perjudica
la práctica docente, ni disminuye el tiempo dedicado a la
docencia porque el laboratorio de investigación
está en él y sus alumnos, esos son los recursos
fundamentales.

El Presidente Fidel Castro
(1981) señalaba que "al maestro (…) lo concebimos
como un activo investigador (…) que toma partido ante los
problemas y plantea soluciones desde el punto de vista de la
ciencia y de nuestros intereses de clase…"

De los anteriores análisis se infiere que el
maestro investigador es aquel que:

No abandona el aula para hacer ciencia, la hace en su
propia actividad profesional;

Posee la base del conocimiento científico y lo
aplica para solucionar los problemas que se manifiestan en la
formación de los futuros profesionales.

1.2- La dirección científica: una vía
para la solución de los problemas que se manifiestan en la
Escuela Politécnica.

La teoría de la dirección
científica, surgida a principios del
siglo pasado, ha tenido en esta etapa un acelerado avance que la
ha puesto a tono con los adelantos de la ciencia, en especial las
sociales y dentro de ellas, la psicología y la
sociología.

Son cinco las escuelas que en el campo de la
dirección científica tuvieron su surgimiento en la
primera mitad del siglo pasado y que la literatura recoge para su
estudio, se aprovechan los estudios que al respecto realizaron M.
Menguzzato y J. Renal (1989) y que consultó Augier
(2000).

La Escuela clásica, encabezada por Frederyck
Taylor, en
1911, y seguida por Henri Farol, en 1916, es la iniciadora de la
teoría de la dirección
científica.

Como resultado de las críticas y del avance en
general de la sociedad surge la escuela de las relaciones
humanas, los estudiosos consideran a Elton Mayo el
iniciador, entre los años 1927 y 1932.

Es en esta etapa que se desarrollan las teorías
de la motivación, el liderazgo y la
de las relaciones sociales, y de éstas la teoría
del comportamiento, ya que pone especial
énfasis en el comportamiento
humano, como elemento básico en el estudio de las
organizaciones.

Esta teoría humanista siguió
enriqueciéndose y con ella surge la escuela de los
sistemas sociales, en la que se considera a la
organización, en este caso la empresa, como
un sistema abierto a
su entorno, la que se apoya en la teoría general
de sistemas. Se considera a Chester Barnard, en 1938, como el
inspirador de esta escuela.

En la escuela de los sistemas sociales, si bien se
analiza la organización, los autores logran integrar y dar
mucha importancia al papel que en ella juegan las personas, su
comportamiento y la preponderancia que para ellos tiene el hecho
de constituir un sistema social.

Dentro de la escuela de los sistemas sociales, tiene
importancia y significación los elementos que brinda el
enfoque contingente o situacional, ya que destacan la
influencia que tiene el entorno en el comportamiento y estructura
de la organización, muy aceptado en la actualidad,
atribuido a Lawrence y Lorch, (1967). Los aportes de Chandler a
esta teoría, son destacables, al plantear que el entorno
va a condicionar qué tipo de estrategia, de
estructura organizativa, estilo de dirección o liderazgo y
sistema de planificación, entre otros, va a elegir la
organización, contando con sus propios recursos, que
resumen la relatividad y condicionamiento al entorno del proceso
de dirección.

La escuela neoclásica, surge como una
prolongación de la clásica, ya que siguen
enfatizando en los principios que rigen el proceso de
dirección, pero enriquecida por todas las escuelas
anteriores.

Los aspectos que resaltan en esta escuela, según
Lussato, (1976), y que resume Augier (2000) son:

La maximización del beneficio

La descentralización

La dirección por objetivos

El control por
excepción

La motivación a través de la
competitividad

Esta nueva teoría parte de reconocer y considerar
los aspectos relativos a la gestión
de los recursos
humanos, desde la perspectiva de lograr una
optimización de los objetivos propios de la
organización.

Si bien la dirección siempre se ha ejecutado en
función de objetivos que se cumplen a través de
acciones, son
muchos los que abordaron esta problemática, pero fue Peter
Drucker, alrededor de los años 54 del pasado siglo, que
explica la naciente teoría de la Dirección por
Objetivos, la que si bien pertenece a esta escuela
neoclásica tiene mucha influencia de las demás
escuelas y aun hoy se enriquece con nuevos criterios.

La Escuela matemática
o "management science", que surge como resultado del avance
de esta ciencia y de su aplicabilidad en la vida
económica, técnica y social, con una base en la
investigación, tanto teórica como empírica,
enfatiza en los elementos cuantitativos de los componentes del
proceso de dirección. Las decisiones o planes que se
elaboran, parten de la investigación operativa.

La crítica
a esta escuela va dirigida a su carácter eminentemente
cuantitativo y a la necesaria limitación del estudio a un
área, con pérdida de visión global, ya que
un modelo amplio
de la organización, lo hace ser muy complejo.

En los finales del siglo XX la teoría de la
dirección, si bien ha tomado como base estas cinco
escuelas, muestra un amplio
proceso de enriquecimiento y de contrastación
empírica.

Los factores que han ido favoreciendo la evolución de la teoría de la
dirección, hasta los últimos criterios que hoy se
analizan, según M. Menguzzato y J. Renau, (198?), son
básicamente:

La influencia que para la organización tiene el
entorno, su compleja versatilidad e incertidumbre, que ha
conllevado a prestar mayor atención a la
interrelación organización- entorno.

La necesidad de lograr mayor eficiencia en la
organización, con cambios tecnológicos que aseguran
el enfrentamiento de la competencia.

El papel cada vez más relevante e importante del
factor humano por su dinamismo e intervención ganada en el
proceso de dirección.

La validez y función rectora del objetivo, hace
que éste tenga un lugar preponderante en lo organizativo y
en lo social.

El enfoque estratégico en el proceso de
dirección, permite direccionar el rumbo que la
organización debe proyectar a largo plazo.

La necesidad de ejecutar cambios en la forma de dirigir
que permitan a las organizaciones transformaciones trascendentes
en su trabajo.

Todos estos elementos han servido de base a las
diferentes concepciones, corrientes o tendencias
contemporáneas acerca de la dirección, que estos
años han cobrado mucho auge y actualidad. Estas son entre
otras:

Teoría de la Excelencia

Dirección Estratégica

Teoría de Liderazgo

Reingeniería

Teorías X, Y y Z

Benchmarking

Teoría de la Calidad
Total

Dirección por Valores

Dirección por Objetivos

Juan Casassus (1997) presenta un estudio de los
diferentes marcos conceptuales que han tenido como base la
gestión institucional de los sistemas educativos en
América
Latina, en los últimos tres decenios, Estos son el
normativo, prospectivo, estratégico, estratégico-
situacional, calidad total, reingeniería y comunicacional. Se puede
observar como las teorías de la dirección
empresarial aparecen en la vida educacional, en esta segunda
mitad del siglo.

Estos marcos conceptuales, técnicos e
instrumentales han ido orientando el cambio
institucional. La gestión se realiza como un proceso de
aprendizaje orientado a la supervivencia y enfrentamiento de los
nuevos retos que las instituciones
educacionales tienen que ejecutar en una articulación
constante con el macro y micro entorno.

En las condiciones concretas de Cuba, estas
concepciones, con excepción de la reingeniería, han
estado
presentes o se enfrentan hoy como los nuevos paradigmas de
la dirección educacional. Las tendencias o teorías
de la Dirección por Objetivos, Dirección
Estratégica, Calidad Total en la Educación y las
Teorías de Dirección Participativa, Liderazgo y
Dirección por Valores que
hoy se enfrentan en el sistema de gestión educacional
cubano se corresponden con las teorías comunicacionales o
humanistas, que hoy tienen la mayor vigencia en América
Latina y que integran a todas éstas, teniendo al hombre y
en especial al estudiante como centro del proceso
educacional.

La Educación Técnica y Profesional tiene
el encargo social de formar trabajadores aptos para un mundo
laboral en
continuo cambio, donde se requiere periódicamente
reciclar, reconvertir o actualizar habilidades
específicas; comprometidos con el socialismo y en
posibilidades de acceder a la Educación
Superior. Muchos y muy variados son los problemas a los que
se debe enfrentar la Escuela Politécnica para lograr esos
objetivos.

Si la visión es la expresión de aquello
que la escuela necesita ser y en lo que es capaz de convertirse
en un momento específico del futuro, son sólo los
líderes quienes podrán llevar sus organizaciones
por la dirección requerida sobre la base de ella. Es por
ello que la dirección científica es una eficiente
vía en la solución de problemas de la Escuela
Politécnica.

Como parte del proceso de perfeccionamiento del sistema
educativo cubano y resultado del trabajo realizado por las
comisiones integradas por especialistas de la Dirección de
ETP y el ISPETP se han identificado los principales problemas que
están incidiendo de forma directa en los objetivos a
alcanzar en la Educación Técnica y Profesional,
así como las transformaciones que se proponen para el
nivel medio superior a partir de los profundos cambios
introducidos en las educaciones Primaria y Secundaria.

Todo este proceso de cambio tiene como objetivo elevar
la formación del egresado, que esté más apto
para la vida. Por ello, es necesario centrar el proceso
pedagógico profesional en la demanda que la
sociedad plantea a la educación y para lograrlo, es
indispensable que se sucedan cambios en el desarrollo del proceso
directivo en la escuela.

Esto no puede hacerse con un enfoque tradicional de la
dirección, sin tener una visión de futuro, sin
considerar las influencias internas y externas de la escuela, sin
incorporar los miembros de la comunidad
educativa en la solución de los problemas; pero no se
puede dudar que si todo ello se integra en un plan o proyecto
único, a partir de un enfoque estratégico en la
labor de dirección, el trabajo
será más eficiente, organizado y se logrará
determinar objetivos comunes que faciliten y, a la vez, eleven la
calidad del trabajo integral de la escuela.

La Dirección Estratégica sirve de base
teórica y metodológica para la adopción
del enfoque estratégico en la labor de dirección y
su concreción a través de la elaboración,
implementación, ejecución, control y evaluación
de las estrategias
escolares, llamadas en otros países Proyectos
Educativos o Institucionales, recurso de inestimable valor en la
solución de problemas de la Escuela
Politécnica.

Bringas, (1997), expresa que el dirigente tiene que
fortalecer su capacidad de análisis crítico, de
anticipación y visión prospectiva para elaborar
propuestas alternativas de desarrollo y enfrentar a corto,
mediano y largo plazos, las complejidades emergentes de una
realidad en constante y rápida transformación,
buscando de conjunto la solución a los problemas que se
manifiestan en el logro de los objetivos propuestos.

En resumen, se requiere que los dirigentes de la escuela
politécnica logren que todos, en especial el colectivo de
profesores, "los maestros investigadores", mantengan coordinación, coherencia y cohesión
en su trabajo, ya que es difícil algún
propósito eficaz con actuaciones contradictorias y
antagónicas, por lo que la dirección
científica se convertirá así en una
vía para la solución de problemas de la Escuela
Politécnica.

1.3- La implementación de estrategias para la
actividad científico-investigativa y la solución de
los problemas que se manifiestan en la Escuela
Politécnica.

La escuela politécnica, en los momentos actuales,
amplía su función social, ya que no sólo
trabaja por educar a los estudiantes, sino también por
incidir en el desarrollo de la familia y
la comunidad en que se encuentra enclavada, lucha por convertirse
en un lugar de encuentro afectivo y solidario, de confianza,
seguridad y
establecimiento de relaciones sociales, que propicie medios
interesantes, atractivos y en el que se enfatice el trabajo
colectivo, donde sea grato vivir los valores
compartidos.

Las estrategias surgen de tomar los elementos que la
sociedad, durante siglos y años, ha ido enriqueciendo y
pasando de generación en generación. Fueron los
griegos los que la usaron por primera vez. Según la
historia proviene de la palabra "strategeia" que significa el
arte o ciencia
de ser general. Los jefes griegos tenían que dirigir
ejércitos; pero, además, tomar territorios, usar
recursos, no era sólo planear sino actuar y cumplir
acciones con los recursos que contaban.

El término estrategia ha sido asociado,
tradicionalmente, al arte militar (Arte de dirigir las operaciones
militares), a la política (Arte, traza
para dirigir un asunto) y la economía (En un
proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una
decisión óptima en cada momento), no obstante de
acuerdo con su etimología es posible encontrar elementos
para conferirle una significación mayor.

El vocablo estrategia [Del lat. del gr.
strategĭa,] que significa arte de dirigir, plan de
acción
ordenado a un fin determinado, destreza, habilidad para dirigir
un asunto, con respecto a su sinonimia está relacionado
con los términos pericia, táctica, maniobra,
destreza y habilidad. O sea, que el significado de estrategia
permite concebirla en otras esferas de la actividad del hombre no
menos importantes que las usadas regularmente.

La estrategia es el resultado del proceso de planeación; pero, a su vez, es la base para
una correcta organización, dirección, control y
evaluación. Es por ello que la humanidad ha seguido
hablando de estrategias y la historia recoge que los grandes
hombres siempre se han planteado grandes estrategias, que a
algunos la vida les ha permitido desarrollar con éxito.

Recientemente, los estudiosos de la dirección
reconocen a la estrategia como un factor clave en el éxito
organizacional. Esto tuvo su origen tardío en los cambios
ocurridos después de la Segunda Guerra Mundial,
con el crecimiento de los mercados e
incremento de la competencia y el crecimiento de las
organizaciones, lo que ha obligado a los dirigentes a planear y
también a actuar estratégicamente.

En 1944, aparece en el campo económico y
académico como "la teoría de
juegos de mano" de Von Neumann y
Morgenstern. En los dos casos es básica la idea de la
competición, de actuación frente al adversario para
lograr los objetivos determinados.

En el mundo empresarial y de los servicios fue
el historiador Alfred D. Chandler, en 1962, quien propuso que la
estrategia, en el mundo de la dirección, fuera definida
como la determinación de los objetivos y las metas a largo
plazo de una empresa
determinada, así como las acciones a emprender y la
asignación de los recursos necesarios para lograr los
mismos.

La fórmula de Chandler, ahora reconocida como "el
enfoque de la estrategia inicial" abarca cuatro ideas
claves:

Es necesario interesarse tanto por los objetivos como
por las acciones.

La búsqueda de ideas claves en lugar de mantener
y preservar una sola que podría o no necesitar una
reconsideración.

Interés en cómo formular la estrategia y
no únicamente en lo que resultaría de
ella.

Abandonar la noción convencional de que la
relación entre una organización y su entorno es
más o menos estable y previsible.

Esta definición de Chandler, redefinida o
enriquecida por otros especialistas en esta materia como
son Kenneth Adrews, en 1962, H. Igor Ansoff, en 1976, y otros,
llevaron a las salas de clase la idea de la estrategia como un
proceso, en lugar de una fórmula o documento fijo y
frío.

Otros autores, en especial vinculados a la
dirección empresarial y de los servicios, argumentan
criterios alrededor de la estrategia en estos sectores, de los
que se parte para estos estudios:

H. Weihrich, (1987), señala que la estrategia es
un programa de
acción y despliegue de recursos para lograr cumplir
determinados objetivos. Las estrategias parten de la
determinación de los objetivos básicos, a largo
plazo, de una empresa y la
adopción de cursos de acción y asignación de
los recursos necesarios para alcanzar esas metas.

M. Menguzzato y J. Renau, (198?), plantean que la
estrategia empresarial hace explícitos los objetivos
generales de la empresa y los cursos de acción
fundamentales, de acuerdo con los medios actuales y potenciales
de la empresa.

K. J. Hatten, (1987), apunta que la estrategia es el
medio, la vía para la obtención de los objetivos de
la organización. Es el arte (maña) de entremezclar
el análisis interno y la sabiduría utilizada para
crear valores de los recursos y habilidades que ellos
controlan.

Wall, (1996), en su libro
Estrategias Innovadoras, afirma: la estrategia es un plan
específico de acción dirigido a un resultado
específico, en un período específico. Es la
adopción de líneas de acción y la
asignación de los recursos necesarios para lograr esas
metas.

Del análisis realizado, a partir de las
definiciones anteriores y otras no enunciadas, se puede resumir
que la esencia de toda estrategia es propiciar el cambio, dar
lugar a un proceso de toma de
decisiones para la movilización de los recursos con
que cuenta la organización, para pasar de un estado actual
a otro superior y deseado.

Por todos los análisis anteriores se puede
afirmar que la implementación de estrategias en la
actividad científico-investigativa contribuirá a la
solución de los problemas que hoy existen en la Escuela
Politécnica y que de conjunto con una acertada
dirección científica, el personal docente
podrá convertirse en "maestros investigadores" que buscan
soluciones a los problemas sin abandonar el aula de clase que es
su laboratorio natural.

Entre las estrategias que permiten la solución de
los problemas que se manifiestan o pueden manifestarse en la
escuela politécnica están las denominadas
estrategias pedagógicas. Para J. Cajide (1992) la
estrategia pedagógica son procedimientos
dirigidos antes, durante o después del desarrollo de una
tarea. Considera que deben ser diseñadas, planificadas y
evaluadas.

¿Qué requisitos debe tener una buena
estrategia?

Estar bien definidas, aunque sean susceptibles de
cambios.

Objetivos claros y bien delimitados.

Especificar tareas.

Precisar etapas o pasos a seguir.

Análisis cualitativos y cuantitativos.

Abiertas a colaboración o ayuda de
expertos.

Poder ser evaluadas.

Para Ortiz y Mariño (1998) las estrategias
pedagógicas constituyen procesos de dirección
educacional integrados por un conjunto o secuencias de acciones y
actividades planificadas, organizadas, ejecutadas y controladas
por la escuela para perfeccionar la formación de la
personalidad de los alumnos, de acuerdo con objetivos
concretos previamente delimitados.

Estos cambios sólo se logran si se transforman
los estilos y las formas de dirección en los diferentes
niveles, dándole una nueva orientación a las formas
tácticas y operativas, es decir, en el mediano y corto
plazos, por aquéllas que se basan en el largo plazo, con
un enfoque estratégico.

Los autores de este trabajo, comparten los criterios de
Fermín O. Rodríguez y Sonia Alemañy, (1999),
cuando definen el enfoque estratégico como una actitud
extrovertida, voluntarista, anticipada, crítica y abierta
al cambio, que se ha plasmado en los conceptos de estrategia
organizacional, planificación y dirección
estratégica, constituyendo su base fundamental. Para estos
autores, el enfoque estratégico, no hace obsoleta toda la
dirección tradicional, sino que da una nueva
orientación a las dimensiones táctica y
operacional.

Ha partir de considerar los criterios de Fermín
O. Rodríguez y Sonia Alemañy, (1999), y de Enrique
Zayas, (1999), se plantea que el enfoque estratégico para
la actividad científico- investigativa en educación
y en especial en la Escuela Politécnica se debe
caracterizar por:

Tener una actitud extrovertida y abierta, partiendo de
las condiciones en que se desenvuelve la actividad, en este caso
la escuela politécnica y su entorno.

Ser prospectivo, prever los futuros posibles, para
aclarar la incertidumbre y las fuerzas que lo
conforman.

Sustentar en la escuela politécnica una
sólida base de principios y valores que sirvan de marco de
referencia axiológico, que inspire y regule la vida de la
organización y del proceso de dirección y, por
tanto, sean su punto de partida..

Satisfacer las necesidades de la comunidad educativa, en
especial del estudiante, la familia y los
centros tributarios y los de práctica
pre-profesional.

Trabajar por la interrelación que debe existir
entre los componentes de la escuela y de ésta con el
entorno.

Explorar la complejidad de la realidad, partiendo del
conocimiento científico de ésta, lo que implica
profundizar en el diagnóstico estratégico de los
componentes internos y externos del sistema.

Ajustar el rumbo de la escuela politécnica, saber
hacia dónde se dirige la misma.

Propiciar la descentralización y crear la
autonomía en los municipios y escuelas para, con ello,
propiciar una mayor participación, comprometimiento,
desarrollo individual y colectivo.

Lograr que los dirigentes tengan preferencia por las
decisiones colegiadas, en equipo, por los miembros de la
comunidad educativa y, en especial, por el claustro, permitir que
se impliquen en las tareas de la gestión y la
dirección.

Conseguir que la planificación, la
organización, la ejecución, el control y la
evaluación se consideren de forma integrada, como partes
de un mismo proceso.

Establecer compromisos con el largo plazo; pero en una
concepción de futuro a presente y no en la forma
tradicional de pasado a presente. Este es el sello distintivo de
enfoque estratégico. Para entonces pasar del largo, al
mediano y, de éste, al corto plazo, en este orden de
jerarquía.

Construir una cultura
estratégica en los que dirigen y, luego, en el claustro de
profesores de la escuela, es una necesidad de primer orden, lo
que debe permitir, entonces, un nuevo comportamiento
organizacional.

Por la tarea que hoy tienen asignada los que dirigen en
el sector educacional, se hace necesario insistir en la necesidad
de profundizar en el desarrollo del pensamiento
estratégico de los cuadros, metodólogos, profesores
y maestros que tienen la máxima responsabilidad de cumplir el compromiso primero
de educar a las nuevas generaciones solucionando todos y cada uno
de los problemas que limiten alcanzar esos objetivos.

Consideraciones finales:

Las transformaciones que se están produciendo en
la ETP producto a la
III Revolución Educacional hacen que la
actividad científico-investigativa en el sector adquiera
significados que nunca antes había tenido. Un nuevo
concepto de Investigación educativa es utilizado por
docentes y directivos, donde el "maestro investigador" al no
abandonar el aula para hacer ciencia, haciéndola en su
propia actividad profesional por poseer la base del conocimiento
científico y aplicarlo para solucionar los problemas que
se manifiestan en la formación de los futuros
profesionales, pasa a ser el principal agente del cambio y las
transformaciones, elemento indispensable para el logro de los
objetivos que demanda la formación de los profesionales de
la ETP y solucionar los problemas que se manifiestan o puedan
manifestarse en el proceso de formación y
preparación de la fuerza
calificada que requiere el país.

Sin una dirección científica, la
solución de los problemas que se manifiestan en la Escuela
Politécnica, sería una quimera. Dirigir con el
apoyo de los métodos y técnicas
derivados de los modelos de
dirección científica es una eficiente vía
para que la Educación Técnica y Profesional busque
soluciones a los problemas que entorpecen cumplir el encargo
social de formar trabajadores aptos para un mundo laboral en
continuo cambio, donde se requiere periódicamente
reciclar, reconvertir o actualizar habilidades
específicas; comprometidos con el socialismo y en
posibilidades de acceder a la Educación Superior. Muchos y
muy variados son los problemas a los que se debe enfrentar la
Escuela Politécnica para lograr esos objetivos.

Si la visión es la expresión de aquello
que la escuela necesita ser y en lo que es capaz de convertirse
en un momento específico del futuro, no son sólo
los líderes quienes podrán llevar sus
organizaciones por la dirección requerida sobre la base de
ella. Es por ello que al dirigir con el apoyo de la actividad
científica se convierte en una eficiente vía en la
solución de problemas de la Escuela
Politécnica.

Como parte del proceso de perfeccionamiento del sistema
educativo cubano y resultado del trabajo realizado por las
comisiones integradas por especialistas de la Dirección de
ETP y el ISPETP se han identificado los principales problemas que
están incidiendo de forma directa en los objetivos a
alcanzar en la Educación Técnica y Profesional,
así como las transformaciones que se proponen para el
nivel medio superior a partir de los profundos cambios
introducidos en las educaciones Primaria y Secundaria.

Todo este proceso de cambio tiene como objetivo elevar
la formación del egresado, que esté más apto
para la vida. Por ello, es necesario centrar el proceso
pedagógico profesional en la demanda que la sociedad
plantea a la educación y para lograrlo, es indispensable
que se sucedan cambios en el desarrollo del proceso directivo en
la escuela.

Los cambios que se reclaman no pueden hacerse con un
enfoque tradicional de la dirección, sin tener una
visión de futuro, sin considerar las influencias internas
y externas de la escuela, sin incorporar los miembros de la
comunidad educativa en la solución de los problemas; pero
no se puede dudar que si todo ello se integra en un plan o
proyecto único, a partir de un enfoque estratégico
en la labor de dirección, el trabajo será
más eficiente, organizado y se logrará determinar
objetivos comunes que faciliten y, a la vez, eleven la calidad
del trabajo integral de la escuela.

En el Modelo en construcción, la implementación de
estrategias para la actividad científico-investigativa en
la Escuela Politécnica es una necesidad. Las estrategias
son el resultado del proceso de planeación; pero, a su
vez, es la base para una correcta organización,
dirección, control y evaluación del proceso
formativo del futuro profesional de la Educación
Técnica y Profesional. Es por ello que la humanidad ha
seguido hablando de estrategias y la historia recoge que los
grandes hombres siempre se han planteado grandes estrategias, que
a algunos la vida les ha permitido desarrollar con
éxito.

Recientemente, los estudiosos de la dirección
reconocen a la estrategia como un factor clave en el éxito
organizacional y las investigaciones consultadas (Augier, 2000;
Gorgas, 1999, entre otros) las colocan en un sitial de excelencia
para transformar la escuela y sus procesos.

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Biografía del autor.

El Autor: Profesor Asistente. Francisco Rodríguez
Castellanos, profesor de la Universidad Pedagógica de
Holguín, Cuba. Ha cursados varios estudios de postgrados
técnicos en las Especialidad de Mecánica y Mecanización en el centro
Universitario de Holguín " Oscar Lucero Moya", así
como varios postgrados y Diplomadas en la Carrera
Pedagógica y de Dirección científica en la
Universidad Pedagógica de Holguín "José de la
luz y Caballero"

Profesora Asistente Alba
Sánchez Arencibia, profesorora de la Universidad
Pedagógica de Holguín, Cuba. Ha cursados varios
estudios de postgrados técnicos en las Especialidad
Economía el centro Universitario de Holguín " Oscar
Lucero Moya", así como varios postgrados y Diplomadas en
la Carrera Pedagógica y de Dirección
científica en la Universidad Pedagógica de
Holguín "José de la luz y
Caballero"

País. Cuba, Cuidad de Holguín.

Objeto de la investigación. La Escuela
Politécnica Holguinera .

Proyecto de Investigación: Modelo Educativo para
la Escuela Politécnica Holguinera

 

 

 

Autor:

Profesor Asistente Alba Sánchez
Arencibia

Profesor Asistente. Francisco Rodríguez
Castellanos.

Consultante:

DrC. Jorge A. Laguna Cruz

Nombre de la institución . Instituto Superior
Pedagógico de Holguín " José de la luz y
Caballero"

Cuidad. Holguín.

Holguín, mayo 2006

Partes: 1, 2
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